Modrić acabó la temporada con un total de cinco goles en 44 partidos. Con apenas 17 años le sirvieron además para colocarse con el máximo goleador provisional del equipo con seis goles en 550 minutos disputados, con una media aproximada de un gol cada 90 minutos. El 29 de agosto de 2009, durante un encuentro ante el Birmingham, el croata se retiró del césped con una sospecha de lesión en la pantorrilla.