En su primera campaña completa en el primer equipo jugó una veintena de partidos, once de ellos como titular. Allí Argentina llegó solo con la primera equipación de este tejido y en octavos de final tuvo que enfrentarse a Uruguay con una camiseta de algodón que no dejaba transpirar. Originalmente desplazado como un centrocampista defensivo o un playmaker frente a una línea de cuatro, Llorente es también capaz de jugar en posiciones más avanzadas como el de un mediocentro o un box-to-box.